lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Qué horror!

Mi primera entrevista de trabajo fue solo hace apenas un mes o mes y medio… esperaba no tener que recordarla sinceramente, pero bueno esto es lo que se me ha pedido, y esto lo que tengo que hacer.

Todo empezó a principios de curso, cuando decidí apuntarme a la bolsa de empleo del GIPE de la Universidad de Alicante. La verdad es que desde el día que decidí apuntarme esperaba ansiosa una llamada, pues tenía muchas ganas de moverme un poco en el mundo laboral, conocer cuál sería el trato que me darían al hacer la entrevista o saber cómo respondería yo misma a todo esto. 

El caso es que el día que recibí la llamada no me lo esperaba para nada, me llamaron a media mañana y me citaron a las 6 de la tarde, me pareció muy precipitado pero aun así accedí. La empresa que iba a hacerme la entrevista fue Mediterranenan, una inmobiliaria de la caja del Mediterráneo. No me dijeron nada del puesto vacante, horarios ni ningún tipo de información por teléfono así que tuve que llegar sin saber nada.

Al llegar a medio día a casa estaba nerviosísima, tenía muy poco tiempo para hacerlo todo, apenas dos horas y media para comer, arreglarme, revisar mi currículo para imprimir e investigar un poquito acerca de la empresa que iba a hacerme la entrevista porque no tenía ni idea a que se dedicaba cuando me dijeron el nombre.

En fin, tras varios modelitos al final me decidí, no quería ir demasiado informal pero tampoco quería dar una imagen que no fuese la mía, por ello decidí arreglarme un poquito más de la cuenta pero sin pasarme. Tuve tiempo para revisar mi currículo y poder meterme en la web de la empresa. El problema fue llegar, la entrevista era en el polígono de Torrellano y aunque yo sabía dónde estaba no había entrado nunca, por eso decidí ir con una hora de antelación, aun sabiendo que a Torrellano desde Elche no hacían falta más de veinte minutos…

Tras dar mil vueltas y preguntar a tres o cuatro personas por el sitio, al final conseguí llegar puntual, de hecho llegué con diez minutos de antelación (por dentro pensé que esto daría muy buena imagen de mi). El caso es que no tuve que esperar nada, enseguida una chica joven y muy arreglada me atendió. Me hizo pasar a un despacho al cual, para poder acceder tuve que recorrer parte de la empresa, cosa que me dio bastante miedo, solo veía personas trajeadas y mujeres en tacones, yo al lado de toda esa gente me sentía una niñata. Aun así “cogí el toro por los cuernos” y me dije a mi misma que iba a salir lo más airosa posible de aquel sitio.

Una vez sentada en el despacho enfrente de la chica que me iba a realizar la entrevista, esta me pidió mi currículo, se lo entregué y a continuación llegaron las preguntas. Entre otras recuerdo que me preguntó acerca de mi formación académica y mi experiencia laboral. Además, me pidió que le dijera tres cosas buenas y tres cosas malas a cerca de mí, me quedé completamente en planco, pero al fin cogí aire y pude responder. Y, por último, la joven me habló acerca del puesto vacante, me dijo que tenía que ver con el departamento de marketing de la empresa y que la función sería ayudar a realizar las diferentes campañas publicitarias de la misa y tendría que tener conocimientos acerca de diferentes programas de diseño gráfico, ante esto tuve que ser sincera, le comenté mis nociones acerca de estos y le dejé muy claro que no era una profesión al en este campo, pero sabía defenderme bastante bien (creí que sería mejor eso que no hacer el ridículo más tarde…). Por último, me estrechó la mano, me acompañó a la puerta y muy amablemente me dijo que ya me llamarían.

Cuando salí por aquella puerta pensé: ¿para qué me habré molestado en venir si no me van a llamar?, ahora no me arrepiento, pienso que es una experiencia más, ya he tenido un primer contacto con las entrevistas de trabajo y pienso que esto me ayudará a realizar la próxima. 


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